EL CHANTAJE: UNA FORMA DE VIOLENCIA EMOCIONAL

Por Psic. Gaby Merino

Sutil, confuso… ¿Cómo saber si estás chantajeando emocionalmente a alguien cuando es de lo más normal en la cultura mexicana? Tanto que ya lo vemos como algo natural; se da mucho de madres a hijas e hijos, de novios hacia sus novias, o de esposas hacia los esposos, entre primas, hermanas, amigas. En el ámbito familiar, está en todos lados.

 

Podemos definir al chantaje emocional como la amenaza que se hace a una persona para obtener algún beneficio.

Como ejemplos podríamos citar las siguientes frases:

 

-¿Cómo es posible que me hagas esto, después de todo lo que he hecho por ti?

 

-No puedo creer que no vengas a verme, después de todo el dolor que me tomó parirte.

 

-Es vergonzoso que te vistas de esa manera, ¿cómo puedes dejarme en ridículo con las vecinas después de todos los sacrificios que he hecho por ti?

 

-Si te vas a esa fiesta no vuelvo a hablarte jamás.

 

-Si no haces lo que te digo, te olvidas de que existo.

 

¿Sientes un nudo en el estómago al leerlas? Sí, todos hemos sido víctimas de chantaje emocional en algún momento de nuestra vida, de parte de alguna persona o varias, y la sensación es muy desagradable. Te invade la angustia por el miedo de perder a una persona amada, eso es lo que va implícito generalmente en esta amenaza, la pérdida del amor, el apoyo o la protección. Es sumamente destructivo e injusto ya que coloca a la persona que es objeto de ésta entre la espada y la pared.

 

¿Qué puedes hacer si descubres que alguien tiende a chantajearte?

 

1.-Sacudete la culpa. Nadie tiene derecho a controlar y manipular tu vida. Tienes derecho a hacer lo que te plazca mientras no le hagas daño a nadie más. Date cuenta de que muchas personas están solamente interesadas en su bienestar, es decir, aquello que les aporta tu ayuda o tu compañía, y jamás respetarán tus deseos y/o necesidades.

 

2.-No tomes tus decisiones en función de lo que otra persona haya hecho por ti, seguramente habrás tenido numerosas oportunidades de demostrarle tu amor a esa persona y de retribuirle su entrega y favores, pero en definitiva, tu infelicidad no es una buena forma de pagarle nada a nadie.

 

3.-Ponle límites claros a las personas, siempre con cariño. Respeta a los demás y respétate a ti mismo. Simplemente, conoce tus derechos y obligaciones como integrante de una familia o de una pareja y si no están muy claros dialógalos con la persona implicada, sobre todo si ya eres mayor de edad y te haces cargo de ti mismo, tienes derecho de hacer con tu tiempo y dinero lo que mejor te parezca.

 

4.-Si eres menor de edad (o mayor de edad también) y te están obligando a través de chantajes a hacer cosas que de manera directa o indirecta atenten contra tu bienestar físico o psicológico, no hagas caso. Una persona tan egoísta como para presionarte a hacer algo que te hace daño, no sabe amar, y no merece que sufras por su falso amor condicionado.

 

5.- Resumiendo: ¡Libérate del yugo! Dile no al sentimiento culpa.

 

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