LOS ROLES DE GÉNERO

Un sistema creado para reproducir la dependencia


Por Psic. Gabriela Merino Huber


Sí, es cierto que los roles y las diferencias de género forman parte de un sistema creado para que cierto grupo-una minoría-conserve el poder. Hombres blancos, altos, adultos jóvenes, adinerados, etc. Sin embargo, aunque dentro de ésta clasificación las mujeres parecieran ser las menos privilegiadas, los hombres sin darse cuenta salen afectados también.


 

¿Quieres saber por qué?


Dentro de los roles de género, se establece que los hombres deben de ser los proveedores del hogar. Se les enseña desde pequeños las labores “rudas” como cambiar llantas, focos, cargar cosas pesadas, porque son los fuertes. Esto incluye algunas características como el ser valientes (un hombre no debe llorar), racionales (no debe expresar su afecto ni sus sentimientos, aunque se muera de ganas de abrazar a su hijo, por ejemplo) y agresivos. Su trabajo está destinado al ámbito público y por ser remunerado es muy valorado.


A las mujeres por su parte se les enseña desde pequeñas que deben ser las que provean los cuidados dentro del hogar: cocinar, limpiar, ordenar… el cuidado de los niños. Las características que son esperadas de ellas tienen que ver con la delicadeza, amabilidad, sensibilidad, sacrificio y hasta sumisión. Su trabajo pertenece al ámbito privado y al no ser remunerado no es valorado, por lo que es considerada como inferior al hombre y lo tiene que obedecer.


Afortunadamente estos roles han ido cambiando de acuerdo a las necesidades de la época. Ahora la mujer tiene derecho a trabajar y estudiar, no sólo por la lucha incansable de los grupos feministas por conseguir igualdad de oportunidades, sino porque después de la segunda guerra mundial, por falta de hombres, se hizo necesaria la inclusión de mujeres en el ámbito laboral. Hoy además con la situación económica que se vive en el país, la contribución económica de ambos miembros de la pareja es una necesidad para sacar adelante el hogar y a los hijos, pero muchas de las creencias de épocas pasadas aún las seguimos arrastrando tanto hombres como mujeres y limitan nuestra adecuada adaptación a las necesidades actuales. Es por eso que decidí tocar éste tema.


Bien, pues, bajo el esquema tradicional de los roles de género, lo que se lograba era crear relaciones totalmente dependientes entre los hombres y las mujeres. Los primeros, porque se veía mal a los que realizaran las labores del hogar, o a los que eran cariñosos o cuidaban de sus hijos, razón por la cual dependerían siempre de una mujer para que los apoyara en estas labores, (ya fuera una esposa, su madre, hermana, cocinera, etc). Y las mujeres al tener prohibido trabajar o al tener en la mente inculcada la idea de que la mujer debía “ser de su casa” y tener a un hombre para que la proveyera y la cuidara, dependería por siempre de algún hombre para subsistir.

El problema con estos roles era el absolutismo, el que a los hombres no se les enseñara jamás ni a tender su cama ni tan siquiera a preparar un huevo (razón por la cual al vivir solos se volvían un desastre) y que a las mujeres se les prohibiera estudiar y trabajar.


Yo no estoy a favor del machismo, ni tampoco del hembrismo, ya que en la época actual se hace necesario lograr un equilibrio. No importa la manera en la que una pareja o familia se divida los roles, ninguno tiene nada de malo. Tal vez en ocasiones cualquiera de los dos miembros tenga más tiempo para realizar las labores del hogar y otro tenga un empleo o un mejor ingreso y esto no vuelve inferior, ni superior a ninguno.


Lo que hace la diferencia ahora es la posibilidad que tenemos tanto hombres como mujeres de prepararnos tanto para estudiar, trabajar, cambiar un foco, cocinar, limpiar, cuidar, expresar los sentimientos y ser racionales también cuando sea necesario. Esto habla de seres completos sin la necesidad uno del otro, que se unen simplemente para compartir un espacio y una vida. Que se brindan apoyo, ayuda, respeto y amor mutuo.

Mi invitación con este artículo es a reflexionar acerca de que:


1.-La manera de trascender el machismo (idea de que los hombres son superiores a las mujeres) y el hembrismo (que raya en la repulsión hacia los hombres, pero a la vez, en el desdén por las características femeninas por tratar de alcanzar los espacios de poder de los hombres) es entender que no importa la labor que realices dentro de una familia, eres tan importante y valios@ como tu pareja. Todas las funciones son importantes dentro de una familia.


2.-Todos poseemos características tanto femeninas como masculinas, pero culturalmente se nos ha exhortado a enfocarnos sólo en las que dictaron como adecuadas para nuestro sexo. Así todos podemos ser: a veces sentimentales, otras veces valientes, algunas veces rudos e intrépidos y otras amables y protectores. Y finalmente, todos podemos desarrollar habilidades y destrezas tanto intelectuales, como las necesarias para mantener en orden nuestro hogar, salud y alimentación, por lo que podemos dejar de ver a una pareja como una necesidad, ya que ahora no se trata de un “no sé o no puedo hacerlo”, simplemente elijo y me adapto a las necesidades que como pareja o familia se vayan presentando, sean cuales sean y puedo elegir estar sol@ también, sin ningún problema.


 

3.-La mayoría de los problemas en las relaciones de la actualidad ocurren por seguir arrastrando la ideología que hacía creer al hombre que era superior a la mujer, y a su vez, por las mujeres que no importa lo que hagan o logren, siempre (por jugarretas del inconsciente) seguirán considerándose inferiores al hombre y por lo tanto, tomarán actitudes de sumisión o de necesidad del otro. Checa de dónde vienen tus actitudes a la hora de relacionarte, tal vez las creencias que estás arrastrando son las que te están obstaculizando para lograr una relación armoniosa y feliz.

 

 

 

Comentarios: 2
  • #2

    Juanjo (domingo, 22 enero 2012 11:05)

    Creo que es muy importante esto que mencionas de la dependencia. La verdad es muy duro también para los hombres pues tener que ser responsables al 100 de la manutención de la casa y la familia puede volverse una gran carga. Si se puede compartir, creo que es mejor.

  • #1

    Judith (lunes, 26 diciembre 2011 23:33)

    Muy cierto, no importa con qué sexo nacimos, podemos elegir que roll llevar a cabo dentro de la familia y el hecho de que el hombre o la mujer realicen las tareas del hogar no los hace menos valiosos, pues podemos complementarnos.