¡¿NEURÓTICO YO?!

 

Por  Psic. Gabriela Merino Huber

 

 

Generalmente, el termino “neurótico” lo usamos para referirnos a personas que tienen “mal carácter”, es decir que tienen un manejo inadecuado de sus emociones.

 

Poco se conoce de este tema… En realidad todos tenemos algo de neurosis en menor o mayor grado, es uno de los trastornos más comunes tanto en la práctica médica, como en la psicológica, ya que abarca una amplia gama de síntomas que afectan de manera tanto fisiológica como emocional al individuo.

 

El término neurosis fue utilizado desde hace varios siglos. En un principio era utilizado para designar a todas las enfermedades del sistema nervioso de tipo desconocido. Pero fue gracias a Freud que se descubrió el sentido de los síntomas neuróticos, a través de sus estudios con base en la histeria y en los estados obsesivos.

 

Estableció una clasificación de los trastornos mentales, dividiéndolos así en dos grupos:

 

Llamó psicóticos a aquellos trastornos que imposibilitan al individuo para funcionar adecuadamente,  ya que se encuentra desconectado de la realidad.

Los trastornos neuróticos, por su parte corresponden a episodios de desequilibrio psicológico que se presentan en personas que han alcanzado una función mental relativamente adecuada, es decir, que aunque los síntomas entorpecen sus actividades diarias, no impiden que el individuo sea funcional y lleve una vida  normal.

Freud distingue tres estructuras para explicar el funcionamiento de nuestra mente: El Ello, es nuestro “niño interior”. Es la parte de nuestro ser que responde a nuestras necesidades primarias y se rige por la búsqueda del placer. “El niño”, es espontáneo, es feliz y procura la satisfacción inmediata de sus necesidades.

El Super Yo, Es como el padre. Es la representación de todas las normas sociales que nos transportan al principio de realidad. Es decir, las ideas y constructos que comparte nuestra civilización. “El padre” o Super Yo, representa el ideal del ser que debemos alcanzar, es decir, el deber ser.

El Yo, Es la parte consciente del ser. Es el mediador entre las necesidades de “el niño y las exigencias de “el padre”, el cual ya no necesitamos que nos esté gritando al oído que debemos ser perfectos, sus enseñanzas se han vuelto introyectos. El Yo por lo tanto,  es el que toma las decisiones en el momento presente.

La neurosis surge a partir de ese conflicto, cuando el Yo se ve imposibilitado para mediar entre estas dos fuerzas internas, y la guerra constante acaba por debilitar al individuo, llenándolo de culpa, angustia y frustración.

Si decide obedecer al padre, y cumplir sus exigencias se siente frustrado, y si decide obedecer a “el niño” se siente culpable y angustiado, porque la sociedad le ha dicho tanto lo que “no debe hacer” que al intentar obedecer sus impulsos y cumplir sus sueños ahora siente miedo y puede generar en su mente ideas obsesivas y ansiedad al respecto.

La angustia, representada por aumento en la frecuencia cardiaca, mareos, sudoración, irritabilidad, etc. es tal, que el sujeto empieza a desarrollar de manera inconciente una serie de síntomas físicos que no tienen una base orgánica, éstos síntomas pueden ir desde problemas gástricos, zumbidos en los oídos y dolores de cabeza que entorpecen su desempeño laborar y concentración, hasta dolores musculares y sensación de embotamiento en las piernas que impiden al individuo llevar a cabo las cosas que realmente quiere.


Difícilmente las tres fuerzas van a estar siempre de acuerdo, y todos en algún momento entramos en conflicto o duda acerca de qué decisión tomar. El problema con la neurosis existe cuando este conflicto se vuelve recurrente y ocupa la mayor parte de nuestro tiempo y energía.


Las tres estructuras siempre van a existir en nuestro interior. El equilibrio estriba en aceptar dicha existencia y oposición y en no sentirnos conflictuados con ello. Saber que muchas veces las exigencias de la sociedad, la búsqueda de la perfección y el deber ser son absurdos y no tenemos que sentirnos culpables por no cumplirlos o por tropezarnos alguna vez, ya que ésta exigencia de perfección es la que ha creado sociedades neuróticas y neurotizantes. Ser humano es ser imperfecto.


Estas exigencias llevan al individuo a juzgarse constantemente y a dejar de amarse a sí mismo. Al sentirse inconforme con lo que es y con lo que logra, empieza normalmente a creer que no es merecedor del amor incondicional de nadie más y por lo tanto, se pone a la defensiva con todos y empieza a proyectar las exigencias de perfección hacia ellos también. Se vuelve egoísta, agresivo y poco tolerante.


El tratamiento psicológico recomendado consiste en la recuperación del equilibrio del Yo, así como del autoestima del individuo.


En algunos casos de neurosis severa el tratamiento médico con fármacos para disminuir el nerviosismo y la ansiedad, así como para combatir el insomnio puede ayudar.


Si descubres que tu problema puede ser de carácter neurótico no importa cual fue la causa, no importa cuales son los síntomas lo que importa es que empieces a hacer algo al respecto. La calidad de tu vida puede mejor considerablemente.  En ocasiones llevamos tanto tiempo con un estado físico y mental debilitado que nos hemos olvidado de cómo se siente un cuerpo saludable y con equilibrio emocional.

 

Comentarios: 4
  • #4

    Estrella (jueves, 27 octubre 2011 23:40)

    Muy buen artículo, muchas felicidades.Me doy cuenta de que muchas de mis reacciones pueden ser por neurosis, tal vez no he sabido reconocer el cariño en muchas personas, en especial me pasa mucho con mis parejas

  • #3

    Tania (domingo, 10 julio 2011 16:42)

    ups! creo que tengo algo de neurótica

  • #2

    celis (jueves, 02 junio 2011 08:59)

    la verdadesta super este articulo y lo mejor muy bien explicado. Felicidades

  • #1

    Carlos (jueves, 26 mayo 2011 13:09)

    Creo que es difícil aceptarlo, pero muchas personas lo padecemos. Muchas felicidades! muy buen artículo!