Martina termina justamente cuando el auto de su madre estaba entrando a la cochera. Se siente aliviada de la pesadez, pero muy débil y mareada. Sabe que se está haciendo daño, pero al menos pudo evitar los problemas con su mamá.
Su mamá llega como siempre cansada y de mal humor. El jefe del turno de la mañana la presiona demasiado, y cuenta tan solo con una hora para comer y descansar antes de salir corriendo a su siguiente empleo en un restaurante.
Se siente frustrada e insatisfecha con su vida, sin embargo, las deudas que le dejó el papá de Martina antes de desaparecer de sus vidas no le dejan opción.
Martina se acerca a su mamá para saludarla y su madre se sigue de largo.
-¿Por qué nunca me abrazas mamá?- Pregunta Martina con tono de reclamo y su mamá revienta en colera e ira: -Martina sabes muy bien que debo trabajar para mantenerte y pagar tu educación. Tú papá se fue porque no te quería y no nos manda un solo peso.
La niña se arranca a llorar y se encierra en su cuarto. Decide no salir hasta que se vaya de nuevo su mamá.
Le duele muchísimo pensar que su papá no la haya querido y que su mamá tampoco le demuestre cariño.
-“Nadie me quiere”- piensa –“Debería morirme”. Y se queda dormida así llorando.
Mientras tanto su tía Gladys sigue inquieta. Se siente preocupada porque notó muy mal a su sobrina, y teme lo peor. Así es que decide marcarle por teléfono. Pero la niña sigue dormida y no escucha el celular. La tía continúa marcando 2, 3, 6 veces y no encuentra respuesta. Esto nunca había pasado antes, así es que decide ir hasta su casa.
Martina se despierta llorando, y ha tenido pesadillas. En el sueño ella mira a su padre diciéndole: -No te quiero martina, por eso me voy-
La niña se encuentra inconsolable y le manda mensajes de texto a su mamá, diciéndole que se siente muy mal, pero su mamá sólo responde: -“ Martina, no molestes, estoy muy ocupada”.
-Sólo molesto- se dice a sí misma Martina- No sirvo para nada, nadie me quiere.
Y se dirige a la cocina a buscar un cuchillo para acabar con su vida. Encuentra el más filoso… Lo toma… Lo observa, y mientras las lágrimas no dejan de escurrir por sus mejillas cuando…
Escucha a lo lejos el timbre sonando sin parar y los gritos desesperados de su tía -¡Martina! ¡Martina! ¡Ábreme por favor!
¿Qué crees que hará Martina?
Opciones:
1.-Martina se corta las venas.
2.-Le abre la puerta a su tía preferida y le cuenta cómo se siente.
3.-le dice a su tía que está bien y se pone a hacer su tarea para el día siguiente.