PRIMERA Y ÚLTIMA...

               Por Baguira Merhú (Seudónimo)

 

Nuestra primera separación, probablemente la última… producto de dos personas muy tolerantes, que aguantan, resisten y luchan por  el compromiso y la estabilidad, pero que un día más allá del cansancio se quiebran.

 

El día que tomé la decisión me sentí echa pedazos. Los minutos parecían detenerse, congelados. Mi travesía a la terminal de camiones fue tan pesada… parecía interminable, con ese silencio incómodo que esconde dolor.

 

El auto detenido frente a un semáforo que parece descompuesto pues no cambia de color. Y yo esperando llegar pronto a la terminal, para no arrepentirme, para poder sentarme lejos de su mirada y llorar, de  ese modo incomprensible para alguien que ha tomado la decisión de robarse  un nosotros y empacar en una gran maleta todos los sueños, todos los buenos momentos, pero sobre todo los sueños. La esperanza de todo aquello que creíamos podía llegar, después de los madrazos, después de tanto aguantar… Los sueños… Es mejor guardarlos en una maleta antes de verlos destrozados por la realidad.

 

Por fin llegamos a la terminal, me acompañó hasta la taquilla. El último gesto de caballerosidad, no sé si por educación o por el rastro que quedaba de amor, ese que te permite renunciar a lo que más quieres en pos de su felicidad… y así la pequeña fila se hizo enorme y eterna. La gente parecía no avanzar, congelada… por el tiempo que se negaba a caminar, y mientras tanto esas lágrimas que estallaban, más, mucho más de lo que yo hubiera querido, sin poderlas controlar. Por ese adiós que aunque para evitar hacerlo más difícil juré que era sólo temporal, mientras una parte de mí sabía que representaba el final.

 

Los sueños, los sueños… ¿dónde están? Se han quedado nublados por el velo de la noche, mientras los días pasan y poco a poco me voy cansando de llorar y lo extraño, cómo lo extraño, después de tanto tiempo juntos y solos los dos, cohabitando esa casa, que se llenó de negrura, cada vez un poco más. Ahora me falta su presencia tanto como me haría falta el susurro del aire si desapareciera, tanto como si un día, se secaran mis ojos y dejaran de lagrimear.  Me hace falta tanto en mi vida, como los peores demonios que han atormentado mi existencia, ahí, picoteando con un trinche mi conciencia, para no dejarme avanzar, porque hasta a las nubes se acostumbra uno, a la falta de luz y a la falta de un destino. A los días destrozados en los que sin darme cuenta, fui perdiendo el sentido… de haber llegado buscando un motor para vivir y lo encontré, cuando me vi luchando para no morir en pleno desafío…

 

Comentarios: 5
  • #5

    Amira (martes, 18 octubre 2011 20:44)

    Me identifico mucho con este escrito. Es muy duro tener que botar los sueños a la basura, pero es mejor reconocer la realidad para poder seguir adelante, ánimo, sé que podemos.

  • #4

    bluegiirl (miércoles, 21 septiembre 2011 23:58)

    Espero que puedas encontrar la calma que necesitas, puedas superar este duelo y puedas disfrutar de lo que ahora te duele. ánimo!!

  • #3

    Yhareth (lunes, 08 agosto 2011 22:55)

    Como duele una separacion.... =(

  • #2

    zero (martes, 10 mayo 2011 11:33)

    puedo sentir como estas palabras exhalan dolor... :(

  • #1

    zero (martes, 10 mayo 2011)

    :(