EL PODER DE LOS DECRETOS

Por Psic. Gabriela Merino Huber

Desde una perspectiva metafísica, toda palabra que se pronuncia ya sea verbal o mentalmente, sea positiva o negativa, es un decreto que va a manifestarse en nuestra realidad tarde o temprano, razón por la cual debemos cuidar las cosas que decimos o pensamos ya que todas pueden llegar a cumplirse.

Las cosas que decimos y pensamos son representantes de nuestras creencias. Puede que algún día digas algo “de broma” hacia ti o hacia otra persona, pero después de repetirlo muchas veces se guarda en el subconsciente instaurándose como una verdad.

El tipo de cosas que se manifiestan en nuestra vida, es decir, en el exterior, tienen que ver directamente con nuestras creencias. Si tenemos muchos bloqueos y limitaciones en el subconsciente, éstos nos van a impedir lograr lo que queremos, porque en el fondo no nos sentimos capaces, o suficientemente buenos como para merecer la felicidad.

Tengamos cuidado pues, con aquello que expresamos sobre nosotros mismos y sobre los demás. Las groserías y las etiquetas que lanzamos “en broma” pueden afectar realmente y marcar de por vida.

Aún cuando te sientas muy triste y veas la vida de color gris, has un esfuerzo por crear palabras y frases positivas y repítelas cuantas veces sean necesarias para que se graben en tu subconsciente. De esa manera irás rompiendo tus propios límites e irás logrando lo que te propongas.

¿Cómo crear los decretos adecuados?

1.-Todo decreto debe partir de un deseo ¿qué quiero lograr en el aspecto emocional, familiar, profesional, intelectual, etc…?

2.-Una vez definido esto, los decretos deben formularse de manera positiva, es decir, en una frase debemos mencionar lo que sí queremos, y dejar a un lado aquello que no deseamos, para que ni siquiera nos pase por la mente (es decir, jamás utilizar la palabra NO). Por ejemplo: hay que decir, “Quiero ser feliz”, en lugar de: “no quiero estar triste”. Recuerda que el cerebro no registra la palabra NO, razón por la cual si generas la frase en sentido negativo, tu cerebro registrará exactamente lo contrario a lo que deseas, por lo cual entenderá: “Quiero estar triste”.

3.-Debemos repetirlo cuantas veces sea necesario hasta que podamos pronunciarlo con total fe en que puede hacerse realidad. Es decir, hasta que te creas lo que  tú mismo dices acerca de ti. Muchas veces decimos cosas sin creerlas y debido a la inmensa capacidad que tiene  nuestra mente de generar varios pensamientos a la vez, se genera a la par la idea contraria (negativa) y por lo tanto no logramos alcanzar lo que queremos. Así es que Repítelo tantas veces como sea necesario, hasta que todo tu ser esté de acuerdo en que eso que dices es la realidad.

A CONTINUACIÓN, TE HAGO UNA INVITACIÓN: COMPARTE CON TODOS NUESTROS LECTORES, AQUELLOS DECRETOS QUE TE HAN SIDO ÚTILES PARA LOGRAR TUS MENTAS PERSONALES. Es cierto que los decretos deben de nacer de uno mismo, y deben estar enfocados en lo que cada quien quiere y/o necesita.  Sin embargo,  el conocer los que a otros les han sido útiles, puede servirnos de inspiración.