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DEPRESIÓN O TRISTEZA, ¿CUÁL ES TU SITUACIÓN?

Por Psic. Gabriela Merino Huber


El término depresión está de moda, a todos nos gustó cargarnos con la etiqueta de deprimido cuando nos hemos sentido tristes o desmotivados, ¿pero realmente es eso lo que nos pasa?

 

“La depresión es peligrosa”-nos dicen- “porque puede bajarnos el sistema inmune”, y eso es verdad, pero qué hay de la tristeza. Cuando vemos el primer síntoma de incomodidad o disgusto en nuestra vida nuestro reflejo inmediato es el intentar aniquilarlo o anestesiarlo para no tenerlo que experimentar. De ahí las grandes ganancias de la industria farmacológica que nos vende la idea de que con una pastillita mágica ya no habrá sufrimiento y todo volverá a ser de color de rosa. Todos sabemos que no es verdad. En la vida se nos presentarán varios momentos en los que las cosas no saldrán como queremos, cosas habrá que no nos gustan y que quisiéramos no vivir, y a veces resulta más fácil tirarnos a morir que enfrentar la dura tarea de cambiar lo que no nos está gustado o de dejar a un lado lo que nos está haciendo daño.

 

Deprimido: desmotivado, sin ganas de vivir. Llorando por los rincones la amarga pena de que nuestro Padre Supremo no nos cumplió el capricho de entregarnos lo que deseamos, como aquellos bebitos berrinchudos que cuando sus padres o madres no pueden comprarles un juguete se tiran al suelo a patalear. Sí, la rabia, el enojo, invadiendo tu cuerpo. La culpa, por no haber tenido la capacidad de lograrlo, la frustración y el desánimo por no creernos capaces de luchar nosotros mismos por lo que queremos. Denme de comer en la boca ahora, denme mimos y palabras de aliento, pónganme un poco de atención y por favor díganme qué hacer porque me llegó el momento de encerrarme en ésta burbuja gris. Me he cansado de pelear, me rendí.

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Amigos, es normal sentir tristeza, es normal el enojo y también la frustración, pero tanto nos han dicho ¡No llores! Que nos lo hemos llegado a creer. Es una mentira también creer que podemos estar felices las 24 horas del día los 365 días del año, intentarlo sería como pretender pasar por un pantano sin ensuciarnos los zapatos y salir también sin arañones y picaduras de mosquitos. Todo eso no lo puedes evitar, pero sí puedes evitar quedarte estancado en el pantano y perder la vida ahí por no tener las fuerzas de luchar.

 

Si estás experimentando algo que no te gusta, permítete sentir, porque de esa manera podrás darte cuenta de que no estás en el lugar que quisieras y de la manera que te gustaría. Si sientes tristeza llora, llora hasta el cansancio, deja esa energía salir de tu cuerpo. Si te das permiso de liberarla se irá, tarde o temprano pero no la sigas alimentando.

 

La cuestión es: Sí, estoy triste, esto que estoy viviendo me lastima y permito llorar ¿qué me doy cuenta con todo esto? De que una vez experimentado ese sentimiento con toda intensidad es hora de luchar por crear otras circunstancias en mi vida que me permitan sentirme mejor de cómo me siento en este momento. No va a ser de un día para otro, tendrás que construirlo con tus propias manos y tu esfuerzo, pero tarde o temprano llegará ese punto en el que te sientas mejor de cómo estás.

 

Con respecto a la depresión crónica, esa que se ha padecido desde la niñez, opino que muchas veces puede deberse a un aprendizaje. Escuchamos tanto el término entre nuestros familiares y observamos algunas conductas derrotistas que nos llevaron a creer que ese era la manera de vivir. Nos creamos las circunstancias y luego nuestro cuerpo comenzó a producir y re producir las sustancias acordes para generar desde nuestro cuerpo esa sensación.

 

Si crees que tu problema es crónico visita a tu doctor, en casos severos (cuando la línea entre haber atrapado a la melancolía o se prisionero(a) de ella se ha borrado) una ayudadita con medicamentos no está de más, pero sobre todo, hasta para medicarte, la fuerza debe de salir de ti, de tu voluntad y tus ganas de luchar. Sólo tú podrás hacer de este trayecto que es la vida un espacio de tiempo que valga la pena experimentar.

 

Comentarios: 2
  • #2

    Pablo O. Aguilar (miércoles, 09 julio 2014 10:02)

    Buen artículo, pero un poco más de información no estaría de más, sobre todo en esos casos crónicos de origen endógeno provocados por una deficiencia en el sistema dopaminergico o descenso en la recepción de serotonina. Digamos que si hay maneras de diferenciar entre un trastorno psiquiátrico que necesita medicación y esa costumbre de ser pesimista que mencionas. Un saludo cordial.

  • #1

    ana laura martinez romero (jueves, 03 mayo 2012 10:21)

    me encanto mucho este informe, la verdad creo que lo nececitaba demasiado por que casi diario estoy triste y ultimamente me he vuleto demasiado sensible ;)