“A propósito de los propósitos”

             Por. Psic. Gabriela Merino Huber

 

Empieza el nuevo año y nos sentimos cargados de energía. Dispuestos a por fin llevar a cabo todas aquellas metas que en años pasados nos hemos propuesto, pero que al segundo o tercer mes hemos olvidado ¿Se han preguntado por qué?

 

No es suficiente con escribir nuestros propósitos de año nuevo en un papel. Tampoco basta con anunciarlos enfrente de nuestros familiares en la fiesta de año nuevo, hace falta establecer nuestras metas de manera correcta. Y es que muchas veces las metas que escogemos no vienen realmente de motivaciones internas, es decir, de cosas que nosotros realmente queremos, si no que obedecen a exigencias sociales o del núcleo familiar por las cuales luchamos con el fin de encajar o de ser aceptados.

 

Las metas de cada persona son sumamente importantes, no deben tomarse a la ligera o como un juego. Las metas le dan dirección a la vida, y nos dan energía y motivación para despertarnos y luchar cada día.

 

Algo muy importante antes de establecer el camino que hemos de seguir, es conocernos a nosotros mismos. Se puede empezar haciendo una lista de las cosas que nos gustan de nosotros mismos y de las cosas que no nos gustan. Las cosas que nos disgustan muchas veces son los obstáculos que nos han impedido a lo largo de nuestra vida lograr nuestros sueños y llegar a ser las personas que realmente queremos ser, así es que, la siguiente lista deberá tener una descripción del tipo de persona que quieres llegar a ser, en cuanto rasgos de personalidad y características físicas.

 

En este punto es importante dejar a un lado las culpas y la vergüenza, y no juzgarnos a nosotros mismos por no haber sido capaces de lograr lo que queríamos en el pasado. La niñez es una etapa difícil para casi todos los individuos y ya que los padres no nacen sabiendo cómo serlo, muchas veces no educan ni estimulan de manera positiva a los hijos, por lo que muchas personas crecen con problemas de autoestima y con recursos escasos para enfrentar los obstáculos de la vida cotidiana.

 

La buena noticia es que todos tenemos la capacidad de cambiar. Tenemos el potencial para llegar a ser y hacer todo aquello que queramos y para lograrlo es indispensable un acto de fe ciega hacia nosotros mismos. No importa cuantas cosas nos exijan los demás, no importa que los demás crean que no eres capaz, lo que importa es que tu apoyo y confianza hacia ti mismo se mantengan firmes en el proceso de alcanzar tus sueños.

La siguiente lista ha de contener todas aquellas cosas que te gusta hacer, o que disfrutas de la vida, y a continuación las que no te gustan. A veces nos pasamos tanto tiempo tratando de complacer a otros y obedeciendo que un día se nos olvida lo que realmente nos gusta y lo que queremos. Es cierto que en la vida diaria muchas veces tendremos que hacer cosas que no nos gustan, como tener que formarnos en la cola del banco, lavar los trastes o atender a ese cliente mal encarado y grosero que llega a nuestro trabajo… El problema es que muchas veces estamos tan llenos de obligaciones, que nos olvidamos de esos pequeños detalles que nos hacen felices y hacen la diferencia cada día y en este proceso nos olvidamos también de amarnos y cuidarnos a nosotros mismos, dejamos a un lado nuestro descanso, buena alimentación, ejercicio y el hecho de consentirnos.

 

Como pueden darse cuenta, la elaboración de metas adecuadas parte del auto conocimiento. Del amor, respeto y confianza hacia nosotros mismos, aun cuando el mundo pudiera estar en contra.

 

Y pues bien una vez que nos conocemos y nos amamos, podemos escoger las cosas que queremos lograr este año, tanto en el plano interior, como en el familiar, social, y profesional. Y muy importante, estas metas deben de surgir de nosotros mismos, no de la familia ni de los estándares de la sociedad, porque de esta manera, cuando nos sintamos cansados y estemos a punto de decaer, bastará con nosotros mismos para seguir adelante.

 

Enlisto a continuación algunas otras sugerencias que pueden ser muy útiles para elaborar nuestras metas correctamente:

 

1.-La meta debe estar redactada de forma afirmativa. Por ejemplo: Quiero llevar una dieta saludable. Se ha comprobado en estudios de Programación Neurolingüística que el cerebro no registra la palabra “No”, por lo tanto si dijéramos:- No quiero comer comida chatarra- el mensaje que se grabaría en nuestro cerebro sería exactamente el contrario: ¡Quiero comer comida chatarra!.

 

2.-Las metas deben estar bajo el control de uno mismo. Es decir, basadas en la acción de uno mismo, no en lo que hagan o dejen de hacer los demás. Por ejemplo: No basta con decir que este año quieres conocer personas, sino que además debes incluir las estrategias que ocuparás para lograr tu meta.

 

3.-Visualizar tu meta lo más claramente posible. Imaginar cómo te verás, cómo te sentirás, que sonidos escucharas, las cosas que te dirás a ti mismo y las que los otros te dirán cuando hayas conseguido tu meta. Cuanto más clara sea la idea de lo que quieres más fácil será para tu cerebro buscar las oportunidades para lograrlo.

 

4.-Las metas deben ser alcanzables. Si nos imponemos metas muy grandes o difíciles en un corto tiempo, lo más probable es que nos desanimaremos. Es preferible ir estableciendo metas cortas que sumadas nos lleven a lograr nuestro objetivo final. Por ejemplo: -Durante los primeros dos meses de este año, haré ejercicio durante media hora tres veces a la semana. Para el tercer y cuarto mes, aumentaré a una hora de ejercicio cuatro veces por semana. El chiste es comprometerte contigo mismo y definir aquello que estás dispuesto a cumplir.

 

5.-Es importante también tener un plazo determinado. No basta con decir que quieres llevar una dieta saludable, si no cuándo quieres empezar o cuando lo quieres conseguir. De preferencia que no sea un plazo ni muy largo ni muy corto.

 

Finalmente cuando sientas que estás a punto de decaer, recuerda lo bien que te sentirás cuando lo hayas conseguido. Así es que ¡Te deseo mucho éxito! ¡Feliz 2012!

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